Mi niña,
Aunque siento que ya te conozco y se como serás, no puedo imaginarme como son tus ojos ni tu voz, tu sonrisa ni tu manera de reír; pequeña, menos me puedo imaginar el contexto que te va a tocar tratar de mejorar.
Mía desde siempre, es 2019 y tenemos un problema que te quiero platicar…. Dicen que al que no habla Dios no lo oye, pero aquí parece que al que no grita y no desgarra, no explota ni se altera, nadie lo pela.
Tenemos un problema y es que nada es relevante hasta que alguien sale muy lastimado o el estado bien gastado.
Tenemos un problema y es que se pide justicia injustamente porque nadie nunca ha sido justo. ¿Sabes?, no se puede exigir paz con violencia, aunque entiende que es el coraje de una histórica desventaja el que enciende el fuego en esta manifestación.
Tenemos un problema y es que no hay forma bonita de exigir derechos que han sido reprimidos por una cultura milenaria.
Tenemos un problema y es que falta ley, falta cultura, falta empatía, ¡falta disposición!, faltan mujeres que se crean su valor y faltan hombres que las apoyen, falta corazón y sobra desesperación.
Es 2019 y los daños ya están hechos… uno dice que tardarán meses en arreglar los destrozos de las manifestaciones y qué hay muchos heridos que serán pronto atendidos; el otro de los daños argumenta que es mejor destrozar un monumento sin previo aviso que el cuerpo de una mujer sin tener permiso.
Ambos son daños que representan a una sociedad en problemas. Representan riesgo, desprecio, una enorme falta de respeto a la paz que no lleva a ningún lado, que no logra nada mas que infundir miedo y tu bien sabes que eso no está bien.
Mi niña, es 2019 y tenemos un problema. No quiero que vengas a tener miedo ni a infundir miedo. No quiero que juzgues sin saber, pero moriría si te tocara entender lo que es estar en los zapatos de una víctima.
Por eso se hábil, acércate a quienes tienen el poder de ayudar, o se aún más inteligente y gánate ese poder para tú ayudar a los demás. Aprende a leer a todos y date cuenta de quiénes mejoran el panorama y quiénes no valen la pena, sabes que al final los que intentan hacerte menos es porque son menos; aprovéchalos, te enseñarán a levantar tu voz.
Infórmate, forma tu criterio y defiéndelo, y si te callan grita, pero cuidado con dejar sordo a quien solo escuchándote puede ayudar.
Corazón, es 2019 y tenemos un problema tan grave y tan fuerte con el que no quiero que te toque lidiar, un problema que por las buenas o por las malas, se tiene que solucionar.
Andrea.