Hay muchas cosas a las que no tiene sentido buscarles sentido. A mi me hace feliz entenderme y saber por qué hago lo que hago, pero al relacionarme con otras personas, me gusta trabajar en sentirme tranquila con que a veces no lo voy a entender todo.
Buscar comprender a otro es una cualidad preciosa, pero también necesito saber que lo que tiene sentido para otro puede ser absurdo para mi, y que cuando la diferencia choca con la dinámica, lo realmente absurdo es tratar de adaptarme a aquello que desde mi perspectiva considero absurdo.
El tiempo pasa y las cosas se mueven sin parar, lo que fluye conmigo crece en mi, lo que no se mueve hacia donde yo voy o deja de ser congruente conmigo, se va.
Cuesta sentir que pierdo algo en el camino, pero en realidad, al no cambiar mi rumbo, al no reprimir mi movimiento o detener mi crecimiento por aferrarme a entender el camino del otro, al no traicionarme por complacer a los demás, gano.
Sin perder el tiempo, me sigo acercando a eso que con certeza quiero ser y a ese lugar en donde quiero estar, y así, puedo tener la seguridad de que cuando llegue ahí, estaré rodeada solo de quien me impulsa y no de quien me detiene.
Andrea.