Un productor puede producir una nueva historia de un viejo cuento. A partir de una descripción literaria, imagina sin límites, le apasiona buscar transformaciones interesantes; narrar a su manera.
La interpretación de un productor no tiene margen de error, su trabajo es su propia versión.
Es su película, es su presupuesto, es su esfuerzo, es su perspectiva; un productor siempre debe saber que su encuadramiento es arte, pero también, debe de estar consciente de que no todos saben apreciar el arte.
Andrea.