«Normal» es un adjetivo que tenía un significado completamente diferente hace medio siglo, antes era anormal lo que hoy es habitual, antes hubiera sido impensable preferir a una mujer sobre un hombre porque en nuestra sociedad, el mundo de las mujeres empezó en condiciones nada favorables.
A las mujeres nos ha tocado hacer nuestro propio camino, levantando la voz ante hombres que se han sentido superiores por naturaleza y también ante mujeres que por la educación que recibieron, han preferido quedarse calladas.
Aún cuando por la historia creo que las mujeres nos merecemos un aplauso, no respaldo una preferencia hacia las mujeres por encima de los hombres, ni viceversa.
Vivimos en un mundo donde hay una persona buena para cada trabajo, sin importar su sexo, en la Cámara podrá haber más mujeres senadoras y en Harvard más maestros que maestras, al final el género no garantiza el buen desempeño del cargo, sino la capacidad de la persona. Porque aún cuando hayamos nacido como hombres o mujeres, nuestra inteligencia no tiene género.
Mujeres, no se desvivan por comprobar que somos iguales o mejores que los hombres. Asúmanlo.
Andrea.
Andrea Puebla 