Querido Nueve de Marzo,
Te escribo porque en cada esquina escucho tu nombre, muchos te apoyan y otros te juzgan porque no te entienden. Tome la pluma para escribirte porque creo que es importantísimo entender quién eres y qué representas.
Creo que entenderte es saber que la situación en México puede hacer que en cualquier momento las mujeres desaparezcamos; puede hacer que, al buscarnos, los mensajes no nos lleguen y nuestro teléfono mande directo a buzón; que así, en un par de horas entre el desayuno y la comida, ya no nos encuentren.
Nueve de Marzo, te escribo para prepararte para el grito más fuerte que daremos, el grito de nuestro silencio; ese que imita el de miles de mujeres que ahora no tienen otra opción.
No se trata de escondernos o de ponernos a descansar, se trata de entender y transmitir el mensaje de lo mucho que valemos las mujeres, para nuestras mismas amigas, nuestros amigos, hijos y esposos; nuestros vecinos y jefes; para nuestros gobernantes y presidente. Se trata de poder preguntarles a ellos y a México ¿que sentirías si yo hoy o mañana ya no puedo estar?
Es importante que entendamos el objetivo profundo y meditado de nuestro movimiento.
Nueve de Marzo, no eres un lunes de spa o una noche de chicas, eres una protesta. Eres un día de luto, eres la expresión de nuestra indignación, eres la cara viva de miles de mujeres asesinadas que no pueden exigir justicia, eres representante de todas las mujeres y niñas que queremos sentirnos seguras y respetadas.
Y creo que es importantísimo que te entendamos.
Andrea.