Hoy entendí que tenemos caminos diferentes, me di cuenta de que querer no siempre es el único requisito para poder.
Entendí qué tu solo viniste de pasada, entendí que me equivoqué, aprendí a no deducir el final solo por haber leído unos cuantos capítulos de mí escritos por ti.
Entendí que me tenías porque premiabas mi cansancio permanente con felicidad pasajera, y eso me bastaba.
Hoy entendí que tu “siempre” siempre tuvo condiciones, entendí que darte por tu lado para evitar problemas era el problema.
Entendí que hoy se trata de soltarte o de perderme y que a ti te da igual perderme o tenerme, entonces entendí qué tal vez yo soy para ti pero tú no para mi. Hoy entendí lo que prefiero pero a ti no me refiero porque entendí que siempre si me quiero.
Andrea.