Es instantáneo. De un momento a otro se es una persona que depende de sí misma. En ese momento, tal vez aún no se es independiente en todo el sentido de la palabra, sin embargo, poco a poco se van tomando decisiones propias y actuando como mejor convenga, según sus propios intereses porque ya se tiene la capacidad para hacerlo.
Creo que no es algo que depende de un número, sino de un momento, un momento donde la persona alcanza esa capacidad para decidir entre las decisiones inteligentes y las que sólo perjudican.
Hay quienes piensan diferente y relacionan la capacidad y la independencia con situaciones como la mayoría de edad, los méritos académicos, la adquisición de un trabajo o una propiedad, los estados de cuenta, etcétera.
Considero que la independencia va mucho más allá. Para mí, ser independiente es sentirse cómodo consigo mismo y no necesitar de algo o de alguien para contar con esa comodidad. Ser pleno y ser feliz, pero sobre todo tener tranquilidad y paz con la personalidad y el carácter que se ha ido formando y seguirá formándose, porque también creo que aún cuando la autodeterminación y la autosuficiencia pueden llegar en un instante, siempre es posible ser más capaz e independiente que ayer.
Andrea.
Andrea Puebla 