Deja de gastar tu tiempo en reprocharle a los demás lo que hacen con el suyo.
Deja de acusar a las personas de equivocarse en cómo prefieren hacer sus cosas; de malas o de buenas, con intención o sin intención.
Enfócate en lo tuyo y no en qué tanto esfuerzo le ponen los demás a sus días; son sus decisiones, son sus resultados.
Atiende a tus palabras y primero tú prédica con tu ejemplo, si coinciden que padre, son tu tipo; si no déjalos ser, sus razones tendrán.
Hay gente que pasa por la vida como si ésta les pasara más de una vez, no dejes que se te pase la vida tratando de darle significado a la de alguien más. Vive la tuya, disfruta tus formas de vivirla y respeta las formas de los demás.
Andrea.