Salvajes y valientes.

Me gusta creer que venimos al mundo sabiéndolo todo, que aprendimos mucho del lugar del que venimos y que mientras más chicos somos más maestría tenemos.

Siendo bebés sabemos qué necesitamos y al ser niños no dudamos de nosotros, al avanzar en la vida las cosas cambian.

Vamos conociendo la “realidad” del mundo al que llegamos, vamos observando en otros una percepción rígida e incuestionable sobre el bien y el mal, la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. Aprendemos a juzgar.

Es difícil no hacerlo, algunos dirían que imposible; nuestra curiosidad y, debo decir… nuestro miedo, nos impulsa a buscar reseñas y a querer saber las consecuencias que otros tuvieron al hacer o dejar de hacer. Queremos controlarlo todo aplicando ese criterio que aprendimos.

Creo que la realidad sobre lo bueno y lo malo esta en la propia experiencia y el sentimiento que nace de ella en nosotros. Creo esto porque he comprobado que cuando no tenemos ni idea de qué esperar, cuando llegamos a un lugar o hacemos algo sin expectativas o prejuicios, es cuando más nos sorprendemos y nos conocemos.

Así llegan los niños indomesticados a todos lados, no saben ni a donde van ni qué van a hacer, se dejan ser en donde los pongan. Se guían por sus ganas y no por la inútil predisposición que llega con el pensamiento de “¿que obtengo de esto? ¿es bueno o es malo?”.

Pienso que no hay mayor sabiduría que aprender como niños salvajes y valientes… decidiendo por experiencia y no por miedo, reglamento o imposición.

Andrea.

I find a strong connection between time and people, no doubt people come when they’re what we need. I truly believe that when our experiences meet, its time for us to learn from them and for them to learn from us.

The thing is, sometimes we’ve learned and taught everything we needed to, the journey ends because theres no more space to grow, we misalign and start to collide.

But we must go through the stubbornness phase; when our friendships or any kind of relationship in our life starts to constantly feel wrong, we naively decide to look the other way, we doubt and sometimes even blame ourselves. We don’t want to see that those are not relationships, but they have turned into messy habits.

Don’t get me wrong, I do believe we should fight for our people when effort and love comes back and forth, miscommunications can be easily fixed and trouble can be solved. I’m talking about fundamental issues that go against a person’s values or way of living, we all have had people in our life that wouldn’t hesitate to cross our limits and boundaries without a care in the world.

But attachments and bonds between people can feel extremely strong, because we perceive those as timeless, and as the fragile humans we are, we’ll do anything not to face what we fear the most… grief and the feeling of losing.

We find it hard to be apart of what we feel that has become a part of us, but when the moment has come, its time for a difficult teaching… to let go.

For some of us, its physically painful to release control, to open up and change the idea of what we thought it was best, but when we do it, and we learn with humbleness, compassion, and gratitude that we’ve learned, its time for a self teaching very hardcore lesson… and that is to trust ourselves.

Andrea.

No creo que el amor sea clasificable, no creo que sea una idea de fácil descripción.

Creo que el amor se parece a la luz, al aire… está o no está.

No creo que el amor sea una decisión porque no me gusta confundirlo con relación, matrimonio, u otros conceptos que si requieren de razonamiento para su elección.

Creo que conocer lleva a entender y entender lleva a querer, aplica para uno mismo y para los demás.

Creo en que “nadie ama lo que no conoce” y por eso pienso que el amor nace y crece en el camino; aunque a veces le hayamos querido llamar destino.

No creo que el amor más grande es el que tiene más tiempo o parecidos, sino el que más conoce, el que más escucha, habla, acepta, entiende y en eso se mantiene.

Por eso no creo que el amor sea clasificable o pueda ser condicional, no creo que el amor sea un concepto de fácil descripción, pero si creo que sea uno que llena el corazón.

Andrea.

Society romanticizes weaknesses and setbacks by telling us that we are supposed to relax, live the moment, worry less. The truth is sometimes we still worry after, consciously or unconsciously, we experience guilt because we feel further away from what we really want.

Only the strong understand that life should be about prioritizing the ultimate goals, those that we recognize as happiness, short and long term-wise.

We should build and stay in sustainable roads with allowances that keep us going, allowances that get us closer and not further away from our goals.

I do believe we should live every experience and curiously enjoy every second of it; eat the cake and have the break, but only when we don’t picture it as weakness… when we understand that the treats and breaks we decide to have don’t mean we are being unfaithful to our destination, to us.

Because we should not be sabotaging ourselves.

There are moments when temptation will hunt us down, weakness will strike, setbacks will happen, ‘cause we live complex lives with complex people in a complex world; but the strongest people I admire never romanticize weakness, they know and respect the importance of their dreams and act consistently to them, they stay faithful to their goals by being loyal to themselves.

Being one of those people is one of my ultimate goals.

Andrea.

Temporales.

Se nos olvida que somos temporales.

Se nos olvida que en la historia de este mundo duramos un instante.

Se nos olvida que a todos se les vamos a olvidar.

Se nos olvida que al final no cuenta aquella decisión que tomaste, sino el aprendizaje que te llevaste.

Se nos olvida que no son las acciones ni el negocio que lograste, sino las relaciones y el amor con el que tu alma marcaste.

Se nos olvida que estamos aquí un segundo y al siguiente ya no. En el camino pensamos que nos conocemos y de pronto nos dan las pruebas de que no.

Pasan los años y creemos que somos todo lo que no somos, malentendemos que somos lo que hacemos con el tiempo y el dinero que se nos dio.

Se nos olvida quienes somos, tanto que cuando nos preguntan decimos solo nuestro nombre, el que alguien más escogió.

Se nos olvida que en este mundo lo único que somos es temporales. Se nos olvida que somos mucho más que un cuerpo que camina y respira, se nos olvida lo corto que es eso que nosotros llamamos vida.

Andrea.

SOY VOL. 1

Soy lo que me siento cómoda haciendo.

También soy lo que hago incómodamente segura.

Soy los pasos que doy con o sin miedo.

Soy aventura y honestidad, soy eso que busco en los demás.

Soy lo que me parece chistoso y me hace reír, soy mis ganas de ser feliz y mi esfuerzo por ser transparente y sutil.

Soy las personas con las que quiero estar y también soy las que ya no están.

Soy lo que hago para ser lo que quiero ser.

Soy lo que he aprendido a superar, soy lo que no me guardo y me esfuerzo por hablar.

Soy toda la ayuda que pedí y el amor que estoy dispuesta a recibir. Soy la desesperación que me da la zona de confort y soy el reconocimiento de lo que no soy.

Soy maestra de lo que bien aprendí y quiero ser siempre aprendiz de lo que me toca vivir.

TIEMPO

Tenemos el mismo tiempo, aunque lo usemos diferente. Tenemos el mismo tiempo porque las horas transcurren igual para quien tiene mucho y para quien tiene poco que hacer con ellas.

El mismo reloj marca y avanza los mismos segundos de la misma manera en las diferentes agendas.

Unos corren entre un pendiente y otro pensando que parar es un desperdicio de su alabado tiempo, otros entienden que aprovecharlo no es explotarlo, sino disfrutarlo.

Y es que no estamos para el tiempo, el tiempo está para nosotros. No vivimos para ajustarnos al tiempo, vivimos marcándolo para ver y entender el avance; para aprender del pasado, actuando en el presente pensando en congruencia con el futuro que queremos.

Sin darle muchas vueltas. No vinimos a estar contrarreloj, no vinimos a pensar en las horas que quedan hoy para llenarlas con la ansiedad de creer que no alcanzan, porque ayer tuvimos el mismo tiempo que el que tenemos hoy y con suerte tendremos mañana.

Vivimos esperando cosas del tiempo pero el tiempo no espera nada ni aguarda por nadie, lo único seguro es que no se detiene, y no pasa nada, aunque pasen muchas cosas, no pasa nada.

A veces seremos más productivos, a veces más reflexivos, pero siempre avanzamos, todos al mismo tiempo y a diferente ritmo, porque aunque lo usemos diferente, el segundero corre igual para todos y, vayamos más rápido o más lento, siempre tendremos el mismo tiempo.

Andrea.

28/08/21.

They say actions speak louder than words. I’m sure that’s right, but then I also know that an action does not have the power to determine what kind of a human someone is.

That as we grow, we constantly face change and life challenges us by transforming our relationships, our environment and experiences, our perspective and the maturity with which we approach people, circumstances and things. Going through all that change, we are allowed to explore different or uncomfortable grounds, question our beliefs, act on emotions and make mistakes.

So, what we should observe in others its not only their actions, but their convictions, their ability to learn from success and failure, their creativity, their loyalty to themselves and their friends, their cleverness, their humbleness and their pride, their goals, their dreams; their methods to deal with the difficult or unpleasant parts of life, their consciousness and the size of their ego, their determination, their honesty and their transparency.

Actions speak louder than words because most of the time people’s gestures back up their beliefs, but its really what happens inside of the mind and soul of a person what backs up everything a person is and can be.

Andrea.

QUERER/TENER

Tener que ser o querer ser, tener que hacer o querer hacer.

Quitar imposiciones me ha hecho tambalear cien veces. ¿Sentir que no se quien soy? me ha pasado; pero es la única manera para separar el ego y mi personalidad, para saber diferenciar entre todo eso que yo creo que tengo que ser y todo eso que yo quiero ser.

No confío en la teoría de que no escogemos o de que todo en la vida depende de lo que pasó afuera, de lo que nos han dicho o hemos entendido que somos. No creo que seamos peones de movimientos predeterminados por la historia, eso me aburriría demasiado.

En vez de eso, creo que somos las preguntas que nos hacemos y el camino que tomamos para encontrar sus respuestas.

Me he hecho preguntas para las que todavía no tengo respuestas y a veces he sentido que no se donde estoy parada, pero entiendo que puedo preguntarme quién soy y qué quiero; se que no hay nadie contándome el tiempo, que no tengo que probar nada, que mi valor no está en todo lo que se, sino en la disposición y el esfuerzo que pongo en aprender lo que no se.

Porque prefiero sentir por un momento que no sé, a vivir mi vida según los manuales imaginarios de “cómo actuar” y “cómo sentirme”, biblia de mi ego y su recital favorito desde que mi generación iba al kínder; prefiero dudar a seguir escuchando al parasitó que vive de recordarme esas obligaciones y conceptos a los que no les encuentro ningún sentido, pero varias veces me he forzado a aplicar con devoción, quien sabe por qué.

Hoy se que la pausa que hago antes de decidir qué pienso o qué siento no es inseguridad ni incertidumbre, no es ninguna debilidad. Es un regalo para mi claridad, para estar segura de que lo que hago lo hago porque quiero y no porque creo que tengo que hacerlo.

Andrea.

#FreeBritney

Ojalá la opinión popular defendiera con la misma fuerza que defiende a BS, a las 200 millones de víctimas de mutilación genital. A las desvalorizadas, traficadas, vendidas y regaladas por haber nacido mujeres. A las consideradas inferiores, dependientes e incapaces de tomar decisiones. A las analfabetas usadas como máquinas reproductoras, a las víctimas de violencia doméstica y a las acostumbradas al incesto, al matrimonio prematuro y en general, a la humillación.

Nos faltaría vida y tribunales para darle la atención que se merece a cada uno de los juicios necesarios para ver un poco de justicia en culturas y países que parecen no conocer el término, para que todos comprendiéramos que los derechos son humanos, no de género, raza, poder o religión.

En pleno siglo xxi, la minoría con oportunidades, la que sostiene el poder del cambio, es ignorante y vive un cuento donde todo parece medio decente, pero esa parcial proyección y perspectiva de la vida no la exime de vivir en un mundo que está realmente dañado.

Un mundo donde es una verdadera infamia que a una figura pública sea sujeta a interdicción y no pueda manejar sus cuentas bancarias, pero es un tema culturalmente aceptado que en lugares de este mundo se permita asesinar mujeres por resguardar el “honor de un hombre.”

Es tiempo de que entendamos que mundialmente existe una guerra contra todas las mujeres y su independencia, en Estados Unidos, México, Sudamérica y El Congo, el Medio Oriente y Sudáfrica. En todos lados, es hora de que entendamos que todas las injusticias son importantes y que la ignorancia o relevancia que le damos hace la diferencia. No podemos cambiar el mundo en un día, pero podemos empezar a hablar de ello. Así como chismeamos sobre Britney Spears y su papá.

Andrea.